Jornada de Juegos Intergeneracionales en el PEAM

Una mañana nublada la casa del PEAM se empieza a poblar de niños de guardapolvo azul junto a sus padres o familiares que habitualmente los acompañan al jardín. En la puerta los reciben adultos mayores vestidos con ropa deportiva, son quienes concurren habitualmente a los talleres de Educación Física del PEAM. Algunos jóvenes también van llegando, con mochilas y cámaras fotográficas,  expectantes estudiantes de magisterio o de educación física que han sido convocados también al encuentro.

La llegada, los saludos, van llenando de calidez el ambiente y mayores, niños, docentes y jóvenes  se saludan y presentan para dar comienzo al encuentro.

Los mayores despliegan cintas de distintos colores que van colocando en las cabecitas de los visitantes. Como en el arroz con leche, abren las puertas de la casa PEAM para salir a jugar… mayores y niños, envueltos en colores…

Pelotas, aros, cintas son los objetos que van mediando el encuentro lúdico. Como ambiente sonoro el  viento que arrastra las canciones de Maria Elena Walsh y Piñon Fijo desde el interior de la casa PEAM…   Ya no se distingue entre anfitriones e invitados… todos parecen disfrutar por igual.

Adentro, algunos mayores preparan los mesones que luego se verán colmados de niños y meriendas. Circulan galletitas, tortas, alfajores y algunas pizzelas hechas por manos laboriosas junto al infaltable mate.

Nuevamente todos al patio faroleras, martines pescadores, rondas de san miguel y picaditos se entremezclan para terminar todos juntos en saludos y abrazos de despedida. Mucha emoción al escuchar las palabras de la maestra de jardín Balcarce, agradecida por la invitación ya que, según sus textuales palabras “no es habitual que nos inviten a ningún lado”. Como regalo un nos dejan un gran dibujo que dice “Gracias por permitirnos compartir este grato momento con ustedes…”

Con ansiedad, cada niño espera el turno para recibir su souvenir –chupaleta con colorida tarjetita con forma de corazón hecha por integrantes del PEAM- y se van yendo…

Algunos piden sacarse una foto más con alguien que han conocido en el encuentro… parte un transporte escolar repleto de chicos gritando: PEAM!, PEAM!, PEAM!...

Encuentro en esa imagen la respuesta a mi pregunta acerca de si la actividad habrá cumplido su objetivo de favorecer que se construyan nuevos imaginarios sobre la adultez mayor.

Como en el ritual, que marca un tiempo de ruptura con lo habitual, los participantes del PEAM nos enseñan que es posible salirse de la estructura, del aula convencional, del escritorio garante del orden, y desplegar conocimientos con otros en clave de humanización y construcción comunitaria.

Imágenes y Texto gentileza Prof. Lucila Amaya